La segunda ciudad en importancia del departamento de Santander es Barrancabermeja, un punto estratégico a nivel nacional que posee una riquísima historia de movimientos sociales y de iniciativas del ejercicio directo de la soberanía popular. Desde los yariguíes hasta las heroicas jornadas de defensa del patrimonio público en este siglo XXI, desde la Comuna de Barranca hasta la irreductibilidad de las víctimas de crímenes de Estado, Barrancabermeja ha dado notables ejemplos de la capacidad organizativa de un pueblo y de los beneficios que le son inherentes, en este pequeño escrito se tratarán particularmente los albores del siglo pasado, caracterizados por las huelgas petroleras y ferroviarias.
Claro que la vida del puerto de Barrancabermeja ha estado atada a su río Magdalena y al oro negro. Es en 1921 que se inicia la explotación del petróleo por parte de la estadounidense Tropical Oil Company (Troco) y a partir de allí el puerto, ya elevado a la categoría de municipio, se vuelve un imán poblacional en donde se produce una de las primeras concentraciones significativas de obreros industriales, los del petróleo. Aunado lo anterior con las terribles condiciones de vida de los trabajadores se tiene que para el año de 1922 es creada la Sociedad Unión Obrera, después llamada Unión Sindical Obrera (USO), uno de los sindicatos más importantes en toda la historia del país.
Ya en 1923 contaba la Unión Obrera con 3.000 afiliados y con la presencia de su reputado fundador, Raúl Eduardo Mahecha, héroe nacional a quien merecidamente se le compara con César Sandino y Farabundo Martí, sus contemporáneos. Mahecha les brinda su experiencia y brillantez (propugnaba por la lucha obrera directa y sin sujeción a los partidos) a los trabajadores y colonos del puerto, quienes poco a poco se unían a la lucha mediante el sindicato. El seis de octubre de 1924 estalla la primera huelga petrolera en Barrancabermeja, la cual también contó con la participación de los comerciantes y los colones, quienes se veían gravemente afectados por los monopolios abusivos de la Troco.
El grueso de las exigencias de esa movilización versaba sobre las mejoras en las medidas higiénicas, de salud y de protección social en la empresa, la finalización del enganche de obreros extranjeros (antillanos), mayor puntualidad en el pago de las mensualidades, la jornada de ocho horas y otros aspectos más políticos destinados a defender la soberanía nacional y el manejo por parte del Estado de los recursos naturales. Sobre Mahecha ha de decirse que la historiografía del establecimiento colombiano, profundamente retardataria desde luego, le ha negado el lugar que debe ocupar, para pesar de los explotadores el pueblo colombiano nunca dejará desaparecer su memoria. Sobre su conducta vale detenerse en la siguiente cita:
“Mahecha no sólo fue el organizador de ese movimiento, sino que controló la situación para que no se presentaran desmanes: prohibió el consumo de licor, organizó y armó grupos de guardia cívica y se preocupó porque la negociación se llevara a cabo correctamente.” (1)
La huelga dura diez días y se finaliza con un acuerdo contentivo de logros significativos para los obreros. No faltó su respectiva cuota de represión, las partidas de pistoleros y esquiroles de la Troco agredían a los huelguistas y practicaban el pillaje hombro a hombro con la policía(2), esto solo pudo ser frenado con la creación de la guardia cívica de obreros y comerciantes; el mismo Eduardo Mahecha es burdamente culpado de sedición, heridas, robo y homicidio, razón por la cual tuvo que pasar 17 meses en prisión, de donde sale luego de una intensa campaña de presión por parte de sectores y personalidades obreras, dentro de las que se destacan a María Cano, la Flor del Trabajo, una incansable luchadora medellinense que en 1926 llegó a Barrancabermeja a apoyar la gesta de su gente.
El acuerdo alcanzado es totalmente incumplido, confirmando una extendida práctica de los extranjeros dueños del país y de sus lacayos colombianos. A raíz de esto es declarada una nueva huelga en 1927, también participa Mahecha en ella y entra en escena el flamante Partido Socialista Revolucionario, el primero con carácter marxista creado en el país. La huelga es apoyada con paros en todo el país, y en todo el Río Magdalena no se mueve un bulto de la Troco, gracias a la solidaridad de los braceros. El 27 es desatada una feroz represión por parte la empresa estadounidense, el 28 es nuevamente detenido Mahecha, se le castiga con el bárbaro cepo y es llevado a Tunja. En esta nueva estadía en prisión es que conoce al afamado nortesantandereano Biófilo Panclasta, un anarquista revolucionario que cruza a pie el páramo del Mortiño para huir de Bucaramanga y terminar en Venezuela, primera parada de sus interminables viajes y aventuras gracias a las cuales vivió más tiempo encarcelado del que pasó libre y dentro de las que se cuentan el haberse fugado de Siberia (Rusia) con nada más y nada menos que Lenin(3).
Pero volviendo a la huelga de 27, estas fueron sus demandas: pago en dinero en lugar de hacerlo con vales, la creación de campamentos de trabajo que tuvieran mínimas condiciones higiénicas y de salubridad, y un incremento de salarios principalmente. Sin embargo en esta ocasión no se consigue ninguno de los puntos, en su lugar el gobierno responde con una masacre similar a la de Las Bananeras, aunque menos conocida.
Por último se hace referencia a los braceros de Barrancabermeja y Puerto Wilches, también ellos alcanzaron un grado significativo de organización al calor de todas las luchas que acaecían a su alrededor, esto a pesar de que ellos eran los trabajadores más precarios y menos especializados de todos los acá nombrados, lo único que hacían era embarcar o desembarcar bultos y no tenían la menor estabilidad laboral. También en el ámbito fluvial del departamento de Santander se dio un interesante movimiento de los tripulantes de las embarcaciones, no sólo los del río Magdalena sino también los del Sogamoso, estos últimos incluso entran en huelga en julio de 1925(4).
Este pequeño recuento histórico sólo busca rescatar nuestra memoria como colombianos, romper con el monopolio del conocimiento que ahora detentan los poderosos y cargar en la inmensa Batalla de Ideas que constantemente se desarrolla al interior de nuestra sociedad y del mundo. También busca homenajear humildemente a la inexpugnable Barrancabermeja, mi tierra.
Notas
1. RUEDA ENCISO, José Eduardo. Raúl Eduardo Mahecha. Biblioteca Virtual del Banco de la República. 2004. http://www.lablaa.org/blaavirtual/biografias/maheraul.htm
2. EQUIPO DE HISTORIA DE LA USO, COORDINADO POR RENÁN VEGA CANTOR. La huelga de 1924 en Barranca.
3. 1939 Febrero. J.A. Osorio Lizarazo publica en El Tiempo un artículo titulado "Biófilo Panclasta, el anarquista colombiano, amigo y compañero de Lenin que conoció los horrores de la estepa siberiana".
4. VEGA, Renán. Gente muy rebelde. Tomo I. Ediciones Pensamiento Crítico. Bogotá. Pág. 275.
Interesante documento, breve y sustancioso en referencia a una historia tan rica y difícil como la de la hija del sol.
ResponderEliminar